Creado en 2004, en sólo seis
años Facebook se convirtió en el sistema de redes sociales más importante del
mundo; a mediados del 2010 contaba con más de 500 millones de miembros activos
que entran a su página para intercambiar toda suerte de información, incluyendo
datos personales y privados. La historia formal sostiene que el sistema fue
desarrollado por Mark Zuckerberg y sus compañeros de la Universidad de Harvard
para facilitar la comunicación entre los alumnos de esa casa de estudios. La
red se extendió a otras universidades y pronto salió del ámbito académico. A la
fecha, con oficinas en casi todos los continentes, alrededor de los dos mil
empleados y una enorme penetración social, sus ingresos anuales rondan los mil
millones de dólares.
Sin embargo, al mismo tiempo
que Facebook se ampliaba hasta obtener su configuración actual, surgieron
diversas teorías de conspiración que ponen en duda su origen y finalidad. Uno
de los artículos más completos sobre esa posibilidad fue publicado por el
diario argentino Miradas al Sur y
puede leerse dentro del mismo Facebook. Según estas versiones, el plan de la
red no es facilitar la interacción social; se trata “de una sofisticada
herramienta financiada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que no sólo
la usa para el reclutamiento de agentes y recopilación de información a lo
largo del planeta, sino también para montar operaciones [de inteligencia]
encubiertas”.
Esta versión sostiene que los
datos de todos los miembros (tanto los inscritos como los que se han dado de
baja) van a dar directamente a los discos duros de la CIA, y que en el esfuerzo
participan más de dieciséis servicios de
inteligencia estadounidenses, incluyendo al Pentágono y el Departamento de
Defensa. La información no sólo se almacena, también se analiza para crear
perfiles sociopolíticos y cuadros de contacto de cada usuario. En cuanto al origen
del sistema, se dice que no fue obra de Zuckerberg, sino del inversionista
Peter Thiel, creador del sistema de pagos PayPal. También podría estar
involucrado René Girard, un investigador de la Universidad Stanford
especializado en el comportamiento mimético.
La investigación sostiene que
la CIA utiliza la red para reclutar nuevos agentes y además llevar a cabo
proselitismo político. A título de ejemplo, menciona la gran cantidad de grupos
de odio contra movimientos insurgentes de América Latina. Una prueba más a
favor de la teoría es la participación como inversionista de Greylock Venture Capital,
compañía privada que guarda estrechos vínculos con la CIA. Tales aserciones no
bastan para convencer de que Facebook es más de lo que parece ser.
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