30 de noviembre de 2011

Muertes Extrañas


Algunas maneras insólitas de perder la vida

Golpe de caparazón. En el año 456 a.c., Esquilo, conocido como el padre de la tragedia griega, tenía 69 años de edad i vivía retirado en Gela, Sicilia. Un día, mientras daba un paseo por los alrededores, un águila revoloteaba sobre su cabeza en busca de una roca sobre la cual dejar caer y abrir la tortuga que llevaba en las garras. Se dice que el ave confundió la calva de Esquilo con una roca y dejó caer la tortuga, que mató instantáneamente al dramaturgo. Sus amigos recordaron que, años antes, un oráculo había profetizado a Esquilo que moriría por un golpe proveniente del cielo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario