El Filósofo de Güémez es un personaje controvertido, ya que se le atribuye su existencia a diferentes personas de el municipio de Güémez en Tamaulipas y otras personas lo refieres solo como un mito. Este personaje expone la forma lógica y sencilla de pensar de las personas de medios rurales y pueblos del noreste del país, siendo mas específicos en el área del estado de Tamaulipas, además de las partes colindantes de los estados de Nuevo León y algunos refieren a San Luis Potosí, esto ya en el área de la Huasteca.
A pesar de las limitaciones culturales que al fin de cuentas lo ubican como un personaje muy popular entre mito y leyenda el cual se fue tejiendo de boca en boca, de persona en persona a través de los años.
Historia:
Este filosofo, según narran diferentes textos y personas que afirman su existencia, era un residente del municipio de Güémez ( situado en el centro-oeste de Tamaulipas )el cual era una personalidad muy conocida del pueblo, al cual se le pedían consejos y que expusiera su opinión en diferentes sucesos que acontecían a la comunidad o personales. Este meditaba, pensaba, y exponía su opinión o “filosofías”, las cuales nacen de un intelecto muy sencillo que maneja lo conciso con mucha facilidad, son demasiado obvias, de lógica elemental, indiscutibles, e hilarantes para quien las escucha, en otras palabras son producto de una mente que acostumbra a llamar a las cosas por su nombre, o sea, ser directo.
Algunos habitantes de el municipio de Güémez afirman que el filosofo si existió, se han dicho tres nombres de antiguos habitantes de Güémez como posibles encarnadores, José Calderón, Darío Guerrero y Juan Mansilla Ríos, los tres habitantes de Güémez, nacidos criados en el siglo XIX y los tres muertos en tiempos diferentes del siglo XX.
José Calderón Castillo
Nació en Ciudad Victoria, Tamaulipas en el año 1870. Vivió en el municipio de Güémez desde muy temprana edad y contrajo nupcias con Altagracia Sánchez Martínez.
José Calderón se convirtió en figura popular por la forma simpática que tenia de ver la vida, y su peculiar estilo para externar lo que su mente captaba. De profesión carpintero fue un hombre polifacético y dicharachero, músico pues tocaba en forma ágil y armoniosa violín, guitarra, bajo y acordeón.
Recordado por algunas personas en Güémez por su inagotable caudal de pensamiento, conciso, elemental y punzante con que retrataba a la gente de Güémez.
Murió en Güémez en el año 1964.
Algunas de las frases que se le atribuyen al señor José Calderón Castillo:
¡No hay de otra!
Cuando pica la hormiga no más hay dos cosas por hacer:
Rascarse y esperar la roncha.
Laguna que no tiene desagüe,
Tiene resumidero…
porque en un tanto no puede estar.
Hechos crean derechos,
y los derechos crean obligaciones.
Darío Guerrero
Se dice que su personalidad dio vida a El filósofo de Güémez, nacido en el ejido Calabacillas del Municipio de Bustamante, Tamaulipas en la segunda mitad del siglo XIX. Sus padres se mudaron a Quemes a los pocos años de su nacimiento, se caso con Vicenta Lerma con la cual procreo cuatro hijos. Hombre de pocos estudios pero de mucha inteligencia, quien siempre estuvo a disposición de su pueblo. Era un hombre de hablar conciso y de gran lucidez mental para reforzar sus tesis con dichos y frases de la picardía mexicana.
Frases Atribuidas al filósofo de Güémez:
Todo lo hondo
es bien profundo
Cuando el gallo canta en la madrugada…
pue´que llueva mucho,
que llueva poco o que no llueva nada.
Un hombre exitoso es aquel que gana más dinero…
del que gasta su mujer.
Las vacaciones son como las brujas…
se pasan volando.
Andamos como andamos
porque somos como somos.
¡Pa´que atesorar!
Ese que dice que esto es mío, se equivoco;
Porque uno entrega por voluntad o por fuerza.
¡Irremediablemente confundido!
La gente de antes era mas honrada que la de ahora…
yo soy de antes,
pero vivo ahora.
Una cosa es una cosa…
y otra cosa es otra cosa.
El mes que menos hablan los políticos es febrero…
tiene 28 días.
¡La confianza dura…
hasta que se acaba!
El que pide la mano de una mujer…
lo que realmente desea es el resto del cuerpo.
¡Pa´vida de morirse…
hay que estar vivos!
El que anda hecho madre se muere…
y el que no también.
Todo tiempo pasado fue anterior.
Pa´ que el barco flote…
A fuerza tiene que estar en el agua.
Lo que esta bien…
no puede estar mal.
Se esta muriendo mucha gente que no se había muerto antes.
¡Cria cuervos y tendrás muchos!.
Agua que no corre es charco.
Si dos perros corretean a una liebre y el de adelante no la alcanza, el de atrás menos.
Si no llego…es por que no vino.
Entre otras.
Conclusión.
La evidencia que nos asegure que cualquiera de los tres citados fuese el filósofo, o que cualquier otra persona lo sea no existe, y no es suficiente la que existe. Ya que la información se perdió en el tiempo, no se puede decir si alguno de ellos lo fue, entonces si no se puede decir que fue un humano cualquiera que encarno a El filósofo solo nos queda sustentar que este personaje se basa en un mito intangible, innegable que el mismo pueblo inventa.
El filosofo de Guemez, somos todos.
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