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7 de mayo de 2011

Otitis media aguda.


Definición:
La otitis media aguda es una infección bacteriana de los espacios llenos de aire en el hueso temporal, el cual se encuentra recubierto de mucosa. Generalmente días atrás se presenta un cuadro de rinofaringitis, por o que algunos colegas consideran a esta una complicación de un cuadro previo, y si lo es en la mayoría de los casos.
Signos y síntomas:
Hipoacusia, hipertermia la cual puede ser solo como febrícula pero puede llegar a verdaderas hiperpirexias de 39 a 40 grados Celsius; en niños es muy frecuente la anorexia, el dolor al deglutir, en todas las edades presión en el oído, pero el síntoma mas frecuente y el motivo real de consulta es el dolor u otalgia, el cual suele ser intenso, con periodos de remisión muy ocasionales, y tiende a agravarse; cuando el dolor cede espontáneamente en la mayoría de los casos se debe a la perforación timpánica, la cual se considera resolutiva. En esta, el dolor desaparece, se incrementa la hipoacusia, aparece otorrea mucopurulenta, también dolor en mastoides (mastoiditis) es frecuente que acompañe a la otitis media aguda por la presencia de pus en las celdas aéreas mastoideas.
Epidemiología y demografía:
No hay predisposición entre sexo, pero si en edad. Es muy frecuente en lactantes y niños, pero puede ocurrir en cualquier grupo de edad.
Muy frecuentemente, se presenta después de una rinofaringitis, por lo que en la mayoría de los casos es una complicación. El 20% de los niños de edad inferior a los 6 años han sufrido en alguna ocasión de esta enfermedad. Más frecuente en estaciones frías, predomina mucho a la constitución alérgica, como la mayoría de las enfermedades de vías respiratorias altas.
Patogenia:
El desarrollo embriológico del oído, juega un papel importante la prolongación de la rinofaringe que, en u principio va a formar la trompa de Eustaquio y la caja del tímpano, así como los espacios aireados del oído medio, aditus ad antrum, antro mastoideo y células neumáticas de la mastoides, escama cigomática y del peñasco. En el momento del nacimiento y durante los primeros meses de vida extrauterina, no existen más que estas cavidades en amplia comunicación con la faringe, a través de una trompa de Eustaquio ancha de escasa angulación, corta y con escaso desarrollo del istmo.
También por regurgitación, vómitos y enfermedad de reflujo; pero menos frecuente es la vía linfática, a partir de la coriza, adenoiditas y rinofaringitis.
La simple hiperemia de la trompa cierra este conducto, convirtiendo en una cavidad cerrada, en la que fácilmente desencadena la virulencia de los patógenos en ella existentes. La infección por vía sanguínea, en el curso de las enfermedades infecciosas septicémicas, desencadenando las graves otomastoiditis hematógenas son menos frecuentes.
Etiología:
Es bacteriana en la mayoría de las ocasiones, siendo los patógenos más frecuentes el Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Streptococcus pyogenes. Moraxella, Proteus y colibacilos son más frecuentes después de la aplicación de antibióticos. El 25% de los casos pueden ser por virus, y en casos muy raros, M. tuberculosis, clamidias y Micoplasma.
Diagnostico:
Diagnostico diferencia:
Otitis media supurativa, otitis media crónica, otitis externa, otitis serosa, abscesos periodontales con afección de los nervios regionales.
El diagnostico es clínico por interrogación detallada de enfermedad previa de rinofaringitis, historial de alergias, sintomatología.
Pruebas de laboratorio:
Innecesarias pero puede pedirse una Bh completa con diferencial, Hemocultivo si se sospecha la vía hematógena, cultivo de secreción posterior a una miringotomía.
Pruebas de imagen:
Innecesarias, una lateral de cráneo para valorar estado de mastoides si acaso, TAC por sospecha de malformaciones.
Otoscopia:
Es la exploración definitiva. Muchas veces al iniciar la exploración timpánica, la simple introducción del otoscopio ya exacerba el dolor y llanto. El tímpano puede verse con hiperemia, pero esta sola no significa infección, puede deberse a llanto prolongado o tos intensa, esta es la más difícil de diferenciar, pues en la primera fase de la otitis se ve así.
El aspecto más frecuente que se tiene de una otitis media aguda es una hiperemia timpánica, abombado, con caída de la pared posterior en su parte superior, desaparición de los relieves reseñados y del triangulo luminoso.
La imagen de ocupación acuosa posterior al tímpano puede sugerir una otitis serosa.
Tratamiento:
Antibióticoterapia por 7 a 10 días, en algunos casos hasta 20 días.
De primera elección la Amoxicilina a dosis de 50-100mg/kg en dividida en tres dosis. Por 7 días.
La combinación de Amoxicilina y ácido clavulanico resulta eficaz.
Eritromicina a dosis de 30-50mg/kg en tres dosis dividida, resulta eficaz y tratamiento alternativo para alérgicos a penicilinas y derivados. Al igual que la lincomicina.
Las cefalosporinas como lo es la cefalexina en combinación con bromhexina suele ser muy utilizadas por su acción mucolitíca, también se encuentra combinado con ambroxol.
Trimetoprima con sulfametoxazol suele tener resultados excelentes, pero lentos, se debe de prescribir por 10 días en ocasiones.
Algunas quinolonas como lo es ofloxacino y Ciprofloxacino tienen buena función, pero hay que recordar que las quinolonas no son de primera elección para ningún padecimiento infeccioso y solo se deben de reservar para alternativas o multiresistencia.
La miringotomía resulta el último paso si no hay resolución espontánea, o buen resultado por medicación, o en procesos crónicos.
Cometarios:
Se puede tratar en consultorio de medicina general, pero ante poco resultado a antibióticos diferentes, o si se sospecha complicación, o diferente etiología.

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